Antigranizo

El sistema antigranizo está compuesto por una tensoestructura, constituida por postes de hormigón pretensado para mallas antigranizo, conectados entre sí por alambres y cables de acero, tensados mediante anclajes específicos hincados en el terreno.

Esta estructura particular permite que todo el sistema con cobertura antigranizo resista mejor a los fenómenos atmosféricos, también de fuerte intensidad.

En dicha estructura se instala la malla antigranizo, que cubre totalmente las hileras del huerto y las protege en caso de fenómenos atmosféricos. Las coberturas antigranizo, empleadas en el sistema, son siempre ligeramente más anchas que las hileras para obtener la justa inclinación y elasticidad, con el fin de soportar de la mejor forma el esfuerzo causado por el granizo.

Asimismo, en el punto de unión de las mallas antigranizo se formarán aperturas que permitirán la salida del granizo.

La característica principal de estos tipos de sistemas antigranizo reside en el hecho que la malla no apoya completamente en la estructura, sino solamente en el alambre superior para evitar que, bajo el peso del granizo, la malla se pueda desplazar y descubrir de esta forma el huerto, mientras que el cable transversal, fundamental para la estabilidad de las estructuras para antigranizo, pasa sobre la malla y permite la fijación transversal de los postes intermedios.

Dicha técnica permite la bajada de la malla cuando es sometida a esfuerzo por el peso del granizo.

Para garantizar la eficacia y la estabilidad del sistema antigranizo, se ha de seguir esta regla: el espacio entre la malla y el terreno no debe ser nunca mayor que el ancho de las hileras (A ≤ A).

La malla antigranizo  para huertos suele utilizarse en combinación con una cobertura antilluvia, para proteger el huerto contra ambas condiciones atmosféricas